2 de septiembre de 2013
Recuperamos este artículo que Chema escribió y publicó en el año 2000, primero en La Razón y más tarde en la revista de la Unión de Actores.
Quienes le conocimos, sobre todo si tuvimos la suerte de pasar horas disertando con él sobre lo divino y lo humano, sabremos reconocer en sus palabras la pasión y la vehemencia que Chema volcaba, siempre, sobre cualquier causa que considerase justo defender.
Se nos ha ido, pero nos deja una montaña de ideas y proyectos por los que peleó, literalmente, hasta el último momento.
Gracias, Chema, y hasta siempre.