Estaremos de acuerdo en que en las salas ya desmanteladas de este edificio _con fachada de rótulos cambiantes_, se habrán escuchado a lo largo de los años, en absoluta primicia, algunas de las frases que, así construidas, medidas y pronunciadas, pasaron luego a formar parte de la memoria colectiva. En ellas se perdieron los pasajeros del vuelo 815; se acorraló al asesino de Laura Palmer; destapó conspiraciones Fox Mulder; confabularon las intrigantes vecinas de Wisteria Lane, y hasta ayer imaginaba reinos una Khaleesi. Recorrieron sus pasillos Frasier, Seinfeld y Murphy Brown. Y, frente a alguno de sus micrófonos, Hommer Simpson inventó, con éxito, su mosquis.
Serrat dedicó una canción a los fantasmas de un cine. Divierte imaginar lo que dejará atrás la mudanza de espacios como éste.