¡Basta de panegíricos! ¡Basta de epitafios y de elegías!
Para celebrar la vida larga y plena de nuestro adorado Eduardo Moreno, nos sobran las frases hechas. Usaremos, en cambio, su voz y sus palabras, su prodigiosa memoria; posiblemente, el testamento vital y profesional más hermoso que hemos tenido el honor de recoger en esta web, que es la casa de todos.
Lo que podríamos contaros a quienes no tuvisteis la fortuna de conocerlo acerca de su bondad, su calidez, su cortesía _volvamos a reivindicar la cortesía, por favor_, y su amor y respeto infinitos hacia la profesión y hacia los compañeros, se desprende de cada sílaba que pronuncia Eduardo Moreno en el par de documentos que os dejamos más abajo. Hacednos caso, por una vez, y regalaos un rato para escucharlos con atención, para redescubrir quizá que nuestro oficio es sincronía y algo más.
Nos despedimos de Eduardo con la satisfacción de saber que se sintió querido y admirado ¡y mimado! por sus compañeros, veteranos y novatos, hasta el último momento; sus compañeros o, como él prefería llamarnos, sus amigos, su familia.
Nos gusta pensar que esta particularísima profesión nuestra cuenta desde hoy con otro ángel de la guarda. Intentemos ser dignos de su ejemplo.
27 de enero de 2014, Eduardo & Abraham
21 de noviembre de 2017, Premios ACTUA