
Es dificil encontrar un adjetivo que pueda definir a Félix Acaso como profesional y como persona, quizá «excepcional» sería lo menos alejado.
Corría el año 1946, Félix era un joven espigado que por circunstancias personales (su suegro queria que tuviera un trabajo serio) trabajaba en un banco.
Su inquietud por el doblaje le llevó a preguntarle a Fernando Rey (que por aquel entonces hacia sus pinitos en esto de prestar la voz a otros actores) donde podia ir para que le hicieran una prueba. Fernado le encaminó a Fono España, pero le advirtió que no mencionara su nombre, ya que no mantenía buena relación con el estudio y eso podía perjudicarle. Una vez allí, y con mucho escepticismo por parte de Hugo Donarelli y de Ana Díaz Plana, ya que nunca se había puesto delante de un atril, tuvo su bautismo de fuego con un take casi imposible. Bien, pues ante el asombro de todos lo clavó.
Desde ese momento hasta 1997, año en que se retiró, Félix no dejó de darnos muestras de su impecable hacer delante de un microfono.
Resulta casi imposible encontrar una primera figura de los años dorados de Hollywood que Félix no haya doblado.
Entre otros dobló a: Robert Mitchum, Glenn Ford, Henry Fonda, Humphrey Bogart, Robert Taylor, Cary Grant, Gary Cooper, James Stewart, Kirk Douglas, Willian Holden, Gregory Peck, Orson Welles, Burt Lancaster, Spencer Tracy, Anthony Quinn, Marlon Brando y un largo etcétera.
Félix era como un Rey Midas que tocado por una varita magica, convertía en oro todo lo que salia de su garganta delante de un atril.
El gran maestro de maestros