Me llega la noticia de tu fallecimiento, Paco. Una tristísima noticia, porque todo el que te ha conocido, mucho o poco, sabía que eras, que eres, una grandísima persona, y un excelente compañero, siempre risueño, sencillo y afable, de este oficio nuestro. Últimamente no nos veíamos mucho, y lo siento de veras, porque eras de los compañeros con los que me gustaba charlar de nuestro trabajo y cuando éste nos dejaba hueco de las demás cosas de la vida. Todos los que te hemos tratado te echaremos mucho de menos, pero siempre nos acompañará tu recuerdo y el disfrute de haberte conocido. Hasta siempre, querido amigo.
Por Julián Rodríguez