Pocos hubieran reconocido su cara al cruzárselo por la calle, pero no era difícil que, en cualquier sitio público, al oírlo hablar, la gente se diera media vuelta esperando encontrar una cara conocida. Walter Mathau, Jack Lemmon, Cary Grant, James Stewart, Michael Caine, Goucho Marx, Bill Cosby o Homer Simpson eran sólo algunos de los personajes a los que desde 1953 venía poniendo voz nuestro admirado Carlos Revilla.
Nacido en Salamanca el 22 de enero de 1933, Carlos abandonó sus estudios de medicina a los 20 años para formar parte del cuadro de actores de la Cadena SER y sacar partido de una voz a la que sabía dar el tono preciso para transmitir las sensaciones de los personajes a los que interpretaba.
A partir de ese momento, comenzó una exitosa carrera que le colocó entre los mejores profesionales de un trabajo muchas veces poco reconocido por el gran público.
Muchos fueron los actores que nos han hecho reír o emocionarnos con los diálogos que ponía en sus labios, desde Walter Mathau a Jack Lemmon, pasando por Bill Cosby o aquel coche fantástico que, a principios de los años 80, nos encandiló a todos con las burlonas réplicas a su dueño.
Carlos será recordado por todos nosotros por su humildad, así como "por su profesionalidad y su gran sentido del humor".
Desde el 27 de septiembre del 2000, las ya de por sí oscuras salas de doblaje, están un poco más oscuras por la muerte de un maestro.